Salud

CEA (Collie Eye Anomaly) en el Pastor Australiano

CEA

El CEA (Collie Eye Anomaly) o enfermedad del ojo del collie es una enfermedad que afecta al Pastor Australiano. Por este motivo es de vital importancia hacer test a los reproductores, para asegurar que están libres de esta enfermedad y así garantizar una descendencia sana.

Cada raza de perro tiene enfermedades asociadas. Lo que quiere decir que estas enfermedades tienen (o han tenido) un alto grado de afectación dentro de la raza.

El CEA o Collie Eye Anomaly no solo está presente en el pastor australiano. Tiene un grado de afectación muy alto en el rough collie (raza que da nombre a esta enfermedad). Y en menor medida en Border Collie, Pastor Shetland, Pastor Alemán, Pastor Blanco Suizo, etc.


¿Qué es el CEA o Collie Eye Anomaly?

El CEA, o más correctamente llamada hipoplasia coroidea (CH), es una enfermedad de transmisión genética.

La coroides es la capa de tejido ocular responsable de suministrar sangre y nutrientes a la retina.

En perros con CEA, la coroides no crece bien y, por lo tanto, es más delgada de lo normal.

La gravedad de la enfermedad puede variar de un perro a otro. En un perro levemente afectado, es posible ver la coroides correctamente. Pero en un perro gravemente afectado, los signos clínicos incluyen malformaciones del ojo o del nervio óptico (colobomas)

Generalmente, los cachorros con CEA se ven completamente normales, ya que muy pocos desarrollan defectos que afecten gravemente la visión.

CEA

¿Cómo diagnosticar el CEA?

existen dos formas de detectar CEA, mediante una prueba genética y mediante un examen oftalmológico del fondo del ojo.

Test genético

Realizar una prueba genética ayuda a saber si los dos alelos del gen están mutados o son sanos.

En un test genético de CEA, se pueden obtener 3 resultados:

  • Homocigoto sano (CEA+/+): perro que no presenta mutación.
  • Heterocigoto (CEA +/-): Si un perro tiene un gen mutado.
  • Homocigoto mutado (CEA -/-): si un perro tiene ambos genes CEA mutados.

Los perros con homocigotos sanos (CEA +/+) y heterocigotos (CEA +/-) no desarrollarán la enfermedad.

En el caso de perros con homocigotos mutados (CEA -/-), se debe realizar una prueba oftalmológica para determinar el grado de afectación y deben ser retirados de la reproducción.

Los laboratorios generalmente realizan “packs” de pruebas genéticas dependiendo de la raza.

En el caso del pastor australiano, los packs suelen incluir tests como la mutación del gen MDR1, Mielopatia Degenerativa, HSF4 y por supuesto el CEA entre otras.

Eurovetgene y Slovgen, son dos laboratorios que realizan este tipo de test genéticos.

Examen Oftalmológico

No todos los veterinarios pueden realizar el examen oftalmológico del fondo de ojo, debes contactar con un veterinario oftalmólogo especializado.

El examen es fiable si se realiza en un perro de 6 a 8 semanas. Con esa edad, todavía se está desarrollando el ojo, y es más fácil ver posibles defectos. Si se hace con el perro adulto, en casos más leves, el fondo de ojo puede aparecer normal enmascarando las lesiones del tejido coroïdeo.

Después de realizar el examen oftalmológico, el perro puede obtener los siguientes resultados:

  • Grado 0: sin evidencia de hipoplasia o displasia coroidea.
  • Grado 1: Hipoplasia o displasia coroidea. Lesión menor, sin molestias visuales. No evoluciona con el tiempo.
  • Grado 2: Hipoplasia coroidea y coloboma del nervio óptico. Lesión moderada, sin molestias visuales. No evoluciona con el tiempo.
  • Grado 3: Grado 2 con desprendimiento de retina. Lesión grave, disminución y pérdida visual. Suele evolucionar.
  • Grado 4: Grado 3 con hemorragias intraoculares. Lesión grave, disminución y pérdida visual. Suelen empeorar los sínntomas.

El trabajo de selección de los criadores es muy duro. Porque la CEA no es la única enfermedad por la que deben testar a sus reproductores y seleccionar ejemplares libres de todas las enfermedades asociadas a la raza no es tarea fácil, es necesario encontrar un equilibrio.

También deben realizar pruebas de mutación del gen MDR1, DM, PRA, HSF4, displasia de cadera y displasia de codo, entre otras.

Además, deben seleccionar perros que no tengan defectos físicos, que se ajusten morfológicamente al estándar FCI y que tengan un carácter acorde con la raza. Nada fácil.


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